Una mujer, un gato, una perra y un gallo sostienen este espacio de naturaleza y juego ubicado a las afueras de la cabecera de Concepción. Allí funciona una escuela taller que, través de la creatividad, alimenta con belleza los corazones de un mágico territorio.
La Ecoermita nació por arte de la magia. Si la magia es el poder de la naturaleza al hacer crecer las plantas con sol y agua. Si la magia es el viento que sopla fuerte moviendo los árboles. Si la magia es el río que no para de correr hacia el mar. La Ecoermita fue hecha por arte de la magia. La magia, que puede ser también una pandemia, trajo a María Camila Zuluaga a sus raíces paternas para empezar a sembrar. Sembrar un espacio de creatividad y belleza para las niñas y los niños de Concepción, donde brota la cultura y el arte en sus infinitas manifestaciones.
Con las obras creadas por los niños y las niñas del Tallerín se ha creado una línea de diseños estampados en diferentes prendas, bolsos de tela y sombreritos para todo público.
Combinando poesía, teatro, periodismo, yoga y siembra, María Camila empezó desde hace tres años a trabajar con las infancias del municipio. Así se creó el Tallerín, actividad que se realiza todos los sábados en la mañana. En la actualidad cuenta con una manada de casi una docena de niñas y niños. Asimismo, ante el llamado de brindar alternativas educativas al territorio, con el tiempo nació una nueva iniciativa: La Escuela de la Confianza, que funciona a partir de pedagogía libre, diariamente, durante una jornada.
En esencia, todas las acciones de La Ecoermita buscan estimular la curiosidad de los menores para que su amor por el conocimiento crezca a la par en que se desarrolla su ser. "Cuando amas en profundidad las cosas vitales te das cuenta que todo está conectado, que somos parte de una unidad que se despliega en el universo y sobre la tierra. Eso es lo que más debemos cuidar en nuestros niños, velar porque crean en la magia eternamente", explica María Camila, quien también ofrece espacios de silencio interior para mujeres y hombres.
Según ella, "si las hadas o la magia de las piedras todavía nos cuestionan al crecer, será un valioso indicador de que somos capaces de parar a observar. Parar a respirar el aire. Podremos gozar con alegría lo que se torna cotidiano y en ese sentido nuestra presencia hará más serena y dichosa, más feliz nuestra existencia, engrandeciendo el corazón". Esto se consigue a través de prácticas de respiración, clases de yoga, ejercicios de canto, círculos de palabra y danzas de paz que son ofrecidos en La Ecoermita para todo público. Tanto familias con niños como personas adultas pueden acceder a estos servicios.
La idea de esta escuela taller, que crece con un huerto y frente a un arroyito, es alimentar los corazones que pisen el territorio. Esto con el fin de que, al seguir los llamados de nuestro propio corazón, se abra el camino, la misión, que cada ser vivo vino a caminar en este planeta. "Que florezca la singularidad y nuestra más íntima verdad para el bien de la especie humana y de todas las especies, ya que la vida es una misma encarnada en diferentes formas", considera María Camila.
Es por esto que La Ecoermita se nombra como una casa vegana, que defiende y asume la intención de trabajar para que todos los seres sean felices. En este espacio, además, se lleva a cabo los Círculos de Palabra de las Mujeres de Concepción, un ejercicio que viene realizándose desde este año y que busca fortalecer el tejido social por medio del empoderamiento femenino.
La Ecoermita también ofrece servicios de turismo familiar para un público que desee vivir la experiencia de contemplar y sentir a Concepción con ojos de magia e inocencia. Se cuenta, igualmente, con actividades como las funciones de cine al aire libre programadas periódicamente, servicio de alojamiento y participación de las distintas actividades de la escuela taller, ya sea como participante o como voluntario que desee compartir conocimientos a la comunidad a través del juego y la creación.
De ese modo, la energía puesta en este hacer está enfocada en que la armonía y la paz reluzca en los corazones de la tierra, desde esas montañas de los Andes, desde una casita rodeada de plantas y aves en el Oriente Antioqueño. ¿Por qué? Porque el corazón, afirma María Camila, "nos conduce al centro de toda verdad".
Visiten su Instagram @laecoermita
o contacten a Camila a su Whatsapp +57-316-4139532
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